Tras mucho tiempo, por fin tengo Conde Elector para mí ejército de Averland. Como se puede comprobar, no es Marius Leitdorf si no su sobrino segundo Theo. La línea sucesoria de Averland estaba tan comprometida que Theo tuvo que renunciar a su puesto como Lector de Sigmar para recibir el Colmillo Rúnico de Averland. En la pugna entre los arribistas Leitdorf y los rancios Alptran, solamente Theo Alptran, hijo de una rama secundaria de la familia y fruto de un matrimonio político sin mucho éxito entre los Leitdorf y los Alptran hace 50 años, fue el candidato que ninguno de los contendientes vetaron.
Tras el gobierno del Conde Loco Marius Leitdorf, las buenas gentes de Averland necesitaban y deseaban un período de cierta tranquilidad. El nuevo conde, acostumbrado a la vida relativamente sencilla de un auténtico sacerdote guerrero, y con un pasado vinculado a los Templarios de Sigmar (más conocidos como Cazadores de Brujas) prometía un período de cierta estabilidad y sobretodo, rectitud moral.
Sin embargo, una vez dejó la túnica de lado, el nuevo conde se planteó un claro objetivo: recuperar el poder político, militar y comercial de una Averland en decadencia desde los últimos tiempos de Marius Leitfdorf. En colaboración con el Reiksmarshall Lottar Metternich (asignado en ausencia de conde por Karl Franz como comandante en jefe de los ejércitos de Averland), Averland ha vuelto poco a poco a recuperar su preponderancia. Los impuestos han vuelto a ser recaudados, las asignaciones políticas y administrativas se han puesto al día, y se han reforzado las patrullas de Metternich por orden del nuevo conde.
Theo Alptran sigue portando el cráneo afeitado y su corona de metal de Lector de Sigmar, junto con su Colmillo Rúnico como símbolos de jerarquía. Su aspecto de sacerdote confunde a sus rivales políticos, y su manera de actuar, fría y distante, consigue que aquellos acostumbrados a Marius Leitdorf sufran en el primer encuentro con el nuevo conde.
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